ÁFRICA NECESITA MUCHO
MÁS QUE PRESERVATIVOS
Como camerunés, orgulloso de mi patria, me siento
traicionado e insultado por los medios. El alboroto
mediático sobre la utilización del preservativo, que ha
acompañado al viaje de Benedicto XVI a África, ha
sido una maquinación organizada por los que saquean a África
y quieren distraer la opinión pública de los verdaderos
problemas. ¿Por qué distraer a África y al mundo con el
preservativo?
Es necesario volver al debate que interesa a los africanos:
No puede pretenderse salvar a África con preservativos.
¿Cómo han olvidado tan deprisa que la enfermedad que más
vidas siega en África es la malaria o paludismo y no el
SIDA? ¿Por qué no trabajamos mucho más en la erradicación
de la malaria en África?
¿Por qué no recordamos a las firmas farmacéuticas que
retienen las patentes de invención para que hagan que los
tratamientos estén al alcance de los bolsillos africanos?
Pienso que "los grandes de este mundo" tienen miedo de lo
que África puede llegar a ser con una población numerosa y
fuerte. La miseria africana, en cambio, es un lugar donde de
vez en cuando desviar la atención de las masas empobrecidas
de los otros continentes.
Es mejor publicar sobre los "sin papeles" que perecen en el
Mediterráneo que hacer un reportaje serio sobre el saqueo
del diamante, del oro, del petróleo y de otros recursos de
los países africanos.
¿Podemos tener el valor y el coraje de remover los asuntos
dolorosos, como la tentativa de sublevación de los jóvenes
del Chad, que tuvo un resultado negativo a causa de la
intervención del gobierno francés?
¿Podemos saber lo que pasó con las enfermeras búlgaras que
estaban detenidas en Libia por haber inoculado el virus del
SIDA a los niños?
¿Quieren ustedes saber de qué tiene necesidad África?
África quiere que cese el mercado de armas que alimenta las
guerras al olor de los petro-diamantes.
África necesita que los mercenarios extranjeros, que
desestabilizan los Estados, salgan de la sombra.
África quiere que las multinacionales practiquen un comercio
justo, y que los bienes del suelo y del subsuelo beneficien
a todos, comprendidos los propios niños que mueren en el
sendero de la búsqueda de un mejor estar.
Hace poco más de un año, cuando el presidente francés, en
visita a Dakar, quiso dar sus lecciones en África, había
olvidado por completo subrayar que su país forma parte de
los que han arruinado el continente. Todas las potencias
esclavizadoras y colonizadoras deben saber que el tiempo de
la verdad, de la justicia y de la reconciliación ha llegado
ya.
África necesita el repatriamiento de los capitales que se
han engullido en los banquetes extranjeros. Que los que
cuidan de África reconozcan la esclavitud como un crimen
contra la humanidad y paguen las reparaciones; que
reconozcan la colonización como un crimen contra la dignidad
humana y fuente del desequilibrio mundial.
Tengamos el coraje de aceptar la justicia y la
reconciliación. África necesita un orden económico mundial
justo. No nos dejemos distraer por los que persiguen
intereses inconfesables, usando y abusando de los africanos.
Jean de Dieu
Tagne
Escolapio, Camerún
Entresacado del original publicado en
ECLESALIA