POLÉMICA SOBRE LA HOMOSEXUALIDAD
El
Vaticano se opondrá a un proyecto que prevé la
"despenalización universal de la homosexualidad".
Se trata
de una resolución que ya ha sido firmada por los 27 países
miembros de la Unión Europea (UE), que el 10 de este mes,
durante el 60° aniversario de la Declaración Universal de
los Derechos del Hombre, Francia (presidente de turno del
bloque) presentará ante la ONU.
En una
entrevista con la agencia religiosa I-Media, el arzobispo
Celestino Migliore, observador permanente de la Santa Sede
en las Naciones Unidas, rechazó sin medias tintas el
proyecto francés. Una "declaración política de ese tipo
creará implacables discriminaciones", denunció Migliore, que
destacó que "los Estados que no reconocen la unión entre
personas del mismo sexo como «matrimonio» serán puestos en
el banquillo y serán objeto de presiones".
"Todo lo
que respeta y defiende a las personas forma parte de nuestro
patrimonio espiritual y humano" y el "catecismo de la
Iglesia Católica dice, desde hace tiempo, que hay que evitar
toda marca de injusta discriminación contra las personas
homosexuales", dijo Migliore. Sin embargo, añadió que el
proyecto que prepara Francia "pedirá a los Estados y a los
organismos internacionales de control de los derechos
humanos que agreguen nuevas categorías [de personas]
protegidas, sin tener en cuenta que, al adoptarlas, crearán
nuevas discriminaciones".
Las
declaraciones de Migliore crearon inmediata controversia. Su
rotundo no a la despenalización de la homosexualidad provocó
gran sorpresa y durísimas reacciones tanto de asociaciones
gays como de organismos que defienden los derechos humanos.
Estos,
indignados, recordaron que las relaciones entre personas del
mismo sexo son ilegales en más de 80 países del mundo y en
una decena de países islámicos hasta son castigadas con la
pena de muerte (como Arabia Saudita, Irán, Emiratos Arabes
Unidos, Yemen, Nigeria, etc.) o con durísimas penas
corporales.
Decenas
de críticas cayeron sobre el Vaticano -evidentemente
preocupado por un futuro reconocimiento universal de los
matrimonios gays-, que fue acusado de tener una posición
"cínica e inhumana" y de "ofender al cristianismo que
representa".
Tal fue
el revuelo que el padre Federico Lombardi, portavoz de la
Santa Sede, se vio obligado a intentar calmar las aguas.
"Nadie quiere defender la pena de muerte para los
homosexuales como alguien quiere hacer creer", subrayó el
sacerdote, que de todos modos respaldó la postura de
Migliore y destacó que la Santa Sede no es la única en
contra de la iniciativa, ya que, como ella, se han
manifestado más de 150 países.
"Una
contradicción"
Pero las
críticas no se acallaron. Vito Mancuso, profesor de Teología
de la Facultad de Filosofía de la Universidad San Raffaele,
de Milán, consideró "una contradicción" la postura de la
Santa Sede en contra de la despenalización de la
homosexualidad. "Es incoherente con toda la defensa de la
sacralidad de la vida humana en la que está comprometida la
Iglesia.
Hay una
fortísima discontinuidad entre esta postura y la defensa de
los embriones o de las personas en estado vegetativo", dijo
en una entrevista con el Corriere della Sera. "Se
quiere evitar la condena penal y la Iglesia ¿qué hace? ¡Se
opone! No se elige ser homosexual, se nace homosexual. Se
defiende a los embriones, pero no a millones de personas que
hasta arriesgan la vida. Me parece una señal preocupante",
agregó.
Desde
París, en tanto, el gobierno defendió ayer su propuesta, que
será presentada en Nueva York por Rama Yade, responsable de
Derechos Humanos. "La iniciativa de Francia se basa en
textos ya existentes, y la idea no es crear nuevos derechos,
sino hacer posible la despenalización [de la
homosexualidad]", afirmó Eric Chevallier, portavoz de la
cancillería.
Elisabetta Piqué